Cupido me la pela

…o “El ocio te convierte en pensador III

Recordaba yo mis conocimientos sobre las endorfinas (supuestas hormonas de la felicidad) y las oxitocina (supuesta hormonas del amor). Las primeras se liberan cuando uno traga chocolate y la segunda durante un orgasmo chingüengüenchón, según más en las mujeres que en los hombres.
—Ahora entiendo por qué las mujeres se clavan más después de un acostón, no me culpen, la ciencia ha hablado.—

He aquí:

1) Se cree que el chocolate libera endorfinas, especies de moléculas del placer, pues tiene feniletilamina, un compuesto que estimula en el organismo una reacción positiva, optimista, similar a la que se produce cuando se está enamorado. (FUENTE)

2) La oxitocina es una hormona que influye en funciones emocionales que
permiten enamorarse
y, al mismo tiempo, está asociada con el afecto, la
ternura y el contacto físico. También esta hormona es la encargado de
afianzar el amor maternal.



De acuerdo con expertos de la
Universidad de Edimburgo, Escocia, la oxitocina ayuda a establecer
lazos permanentes, pues actúa cambiando las conexiones de los miles de
millones de circuitos cerebrales. Esta sustancia química no sólo se
produce durante el parto, sino también durante un orgasmo, y se le
considera un mensajero químico del deseo sexual.
(FUENTE)

—Ustedes perdonarán las fuentes citadas, pero sólo busqué algo para explicar a grandes rasgos. Cuando quiera que mi palabra tenga más respaldo que mis güevos, citaré fuentes científicas… por ahora, no es así.—

En fin, como soy un ser altamente filantrópico, mientras pensaba en lo anterior descifré el algoritmo del amor y… estimado(a) lector(a)… logré encontrar la solución a tus problemas en el amor (y a los míos, dicho sea de paso):

Inventaré las intravenosas de chocolate y publicaré un “Manual del buen orgasmo”, para que los miserables amorosos puedan amarrar a esa persona dueña de sus más bajos instintos.

Piensen… ¿Qué resulta de una sobredosis de chocolate vía intravenosa y aparte un megaorgasmo? Pues un chingo de endorfinas y de oxitocina… O sea, UN GRAN AMOR.
 
Por ahora, sólo les pido paciencia para poder llevar acabo mi plan (tengan mucha paciencia, soy un gran güevón). Pero les aseguro, que no volverán a sufrir por un desamor.

Cabe destacar que éste plan macabro sólo funcionara con quien sea su pareja actual, de lo contrario será muy difícil que se deje inyectar y mucho más dificil que se deje follar.

En fin, no me deben nada. Y repito: Cupido y San Valentín ME-LA-PE-LAN!

NOTA: Aunque parece que mi invento será más útila para los hombres, se agradecerán co-editoras para la edición femenina del manual… lAs quiero… bien cerquita.

P.D.: Puto el que me robe mi idea.