Ignórote…

Advertencia: Post terapéutico. Lector, siéntase libre de ignorar esto si tiene mejores cosas que hacer.

No sé qué te ha hecho pensar que me sigues importando. Desconozco lo que hagas, dónde estés y con quién (insisto, no te pongo atención). No me interesa saber si tu vida marcha como quieres o si las cosas se te están complicando. Me importa poco si eres feliz o no. Mi vieja costumbre de recordarte y llamarte cuando estoy borracho ha desaparecido. Descarto automáticamente toda posibilidad de comunicarme contigo. Tus mensajes, llamadas y correos pidiendo un poco de atención (y que por supuesto no contesto), me tienen sin cuidado. Tu existencia ha dejado de ser importante para mí. Aquel poder que tenías para convencerme con tus palabras, se lo ha ido mucho a la chingada. La imagen de tu cuerpo, ha dejado de hacerme salivar. 

Resumiendo…
La comezón que me provocabas en ese punto inalcanzable de la espalda: ha desaparecido. Lo más raro, es que fue gracias a tí y no de la manera en que yo esperaba… Por eso mismo: De ahora en adelante, me limitaré a seguirte ignorando.

Lo anterior fue escrito con la intención de ser enviado vía e-mail, pero que ya no fue enviado porque me dio güeva lo que pudiera venir después. O sea: yo como digo una cosa, digo otra.

La ardidez que se lee en este mailnoenviado podría parecer producto del despecho; pero, según yo, es el resultado de haberme dado cuenta lo idiota que fui durante mucho tiempo… Aunque nunca fue amor: de eso estoy segurísimo (no pregunten).

En fin, ese fui yo haciéndome pendejo y sin sueño.

P.D.: Sé que extrañaban mis posts terapéuticos. Los quiero… escupiéndome por clavado (sin albur, no mamamamen).