Mariano en tu vida…

Éstas vacaciones (que no sé si terminen pronto), me he tomado la molestia de ver los programas matutinos para “señoras bonitas” con meros fines de investigación y, la verdad, también porque soy una especie de parásito con dotes de analista. En fin, ahí les va…

La pareja se disponía a degustar sus sagrados alimentos.

-Vieja, ¿Por qué ya no cocinas como antes?- preguntó Luis a Lupe.
-Es que ya tengo a Mariano en mi vida- contestó ella.

No pasaron ni siquiera tres segundos antes de que Luis soltara el primer chingadazo al rostro de Lupe, mismo que culminaría en una gran putiza.

-A ver si así se te quita lo cusca, pinche aguada!- le gritó justo después de haberle soltado la última patada en el vientre.
-¡Pendejo! ¡Hablaba del comunicador!- contestó ella eufóricamente con un llanto que empapaba su rostro.
-Perdóname, vieja, no era mi intención- dijo él mientras limpiaba los golpes y las lágrimas del rostro de su amada.

Ok ok ok! El caso arriba expuesto es bastante extremista; pero, tomando como ejemplo el target principal del programa, seamos sinceros… ¿Qué le hace más daño a una ama de casa (sin ofender): una buena putiza por parte de su marido o el ser hipnotizada con las palabras de un güey que se siente sucesor de Jesucristo?. 

Digo lo anterior porque este personaje, a través de sus reflexiones cursis, sus modales de señora fina, sus historias de éxito, sus expertos, sus ganas de demostrar que si vemos su programa seremos felices y una sarta de estupideces más: pretende hacer creer a sus seguidores que su vida no es tan pinche como parece (que sí lo es); que basta con desear para obtener; que mientras repitan frases bonitas su alma será feliz… blah blah blah. Discurso fácil con significado profundo: Viva México.

No digo que el tipo sea malo en lo que hace, al contrario, creo que es lo que realmente se puede llamar un “comunicador” y que tiene mucha más inteligencia que cualquier vieja sabrosa o actor sabrosón. Cumple su función: entretener. Sin embargo, el aceptar que es bueno en lo que hace no significa que esté de acuerdo con la calidad de su discurso. Ya que, para entretener (hablando de televisión abierta), yo me quedo con Chabelo.

Pero bueno, una vez más, parece que me contradigo… pero no… es sólo que a veces no me sé explicar como se debe.

Y para que no digan que no, este post si ha llegado a una conclusiónmoralejaestupidez:
El mayor problema de mi México, aparte de la educación, es la televisión… Aplausos!.
P.D.: Si eres fans de Mariano, aliviánate, nomás lo tomé como ejemplo. Pude haber hablado de cualquier otro programa pero su desventaja fue que está de moda.