“No mames. Eres una mamada, we…”

 
* Después de la risa me dijo: “Estoy viejito pero saludable” * 1

Más de una vez me han dicho la frase que da título a este post. Y sí, lo acepto “soy una mamada”. Estoy seguro que varios de ustedes también han escuchado semejante frase.

Lo peor de todo no es admitirlo, lo peor es que ya me lo han dicho tanto hombres como mujeres; por lo que ya no sé si soy una mamada de pito o una mamada de volovan…. Es decir, tengo crisis de identidad.

Cosas como las de aquí, aquí o aquí —por poner ejemplos—, me han hecho acreedor a semejante título: “El Monsieur de La Mamada” (me gusta imaginar que así me ven —con caché—). Pero bueno, más allá de los ejemplos, varias de las cosas que digo y porlasquemedicenloquemedicen, son de las cosas más insignificantes que se me ocurren… no me imagino qué pasaría si contara por qué los negros son tan buenos atletas; o el por qué unas manos bonitas en las mujeres, son harto importantes; o el por qué las gorditas y las no-tan-feas —en su mayoría— son bastante ‘cultas’… e-te-cé.

Retomando. Todos tenemos claro lo que es una mamada (me quiero imaginar… mmmmmmhhh!.. OK, eso no… quiero imaginar que todos lo saben, pues), pero:

¿Qué es ser una mamada?

Según los conocimientos que he adquirido —yo, que he estudiado en la mejor escuela del mundo (La Universidá’ de La Vida)—, eres una mamada cuando:

  • Respondes cosas que la gente no está acostumbrada a escuchar.
  • Actúas de una manera en la que no eres ‘normal‘.
  • Defiendes tu postura con argumentos tan efectivos como el diálogo de alguna película o poniendo como ejemplo a algún personaje de caricatura.
  • Dices lo que realmente piensas, sin importarte si suena vulgar o si no es el lugar indicado.
  • Dices “sssuculenta” en lugar de “mi amor”.
  • Contestas: “yo no leo, me espero a que salga la película” (Ojo con esta, si no la dices con mucha seguridad te pueden contestar: “por eso este país está como está”… y no queremos eso.)
  • La gente piensa que contigo no se puede hablar en serio.
  • Explicas todo de manera absurda, pero llena de razón.
  • Tienes un blog… como el éste que estás leyendo.

En fin, —como siempre— supongo que se me han ido bastantes puntos, pero es jueves santo y ya me tengo que ir a misa… Resumiendo (desde mi punto de vista):

“Te conviertes en una mamada cuando toda tu vida parece una caricatura y nadie considera tus asuntos como serios.”

Chale, los dejo… me voy a llorar… después de misa, claro está. Soy patético, lo sé… Si desean mencionar algún punto, bienvenid@s.

NOTA 1: La conversación es un extracto de la plática que tuve con mi tata: un chingonazo con el bryce.

P.D.: Espero me ayuden a resolver mi conflicto de identidad. Los quiero… haciéndole a la mamada.