Nueva vida

…3, 2, 1…

Ok, respira. Es aquí, es ahora. Y estás jodido. Bueno, casi. Necesitas relajarte. Sí; ya sé, no es fácil. La presión es mucha, pero debes enfrentarla con calma. Don’t panic. Dejaste a miles en el camino; no es algo grato, pero tampoco es tu culpa, es ley de vida. O eso dicen. Eso, respira. Todos esperan mucho de ti. Respira. Esperan que seas mejor que tus predecesores, que seas mejor de lo que ellos mismos pueden ser. Pufff. No; respira. Debes calmarte. Inhala. Exhala. Eso. ¿Mejor así? Bueno, ahora acepta que llegaste a morir.

Todos sabemos lo fácil que es representar el cambio y la esperanza, pero pocos quieren luchar contigo. Hoy eres el reflejo de los milagros que esperamos realizar, pero en unos días serás la misma mierda que todos pisamos y nadie quiere recoger. Así funcionan las doce uvas: conservan su buen sabor hasta que las digieres y las cagas. Pero descuida, has sido bien recibido. Se te notan las ganas de cumplir nuestros propósitos, pero pronto serás el culpable de nuestras desgracias. Lo mismo pasó con tu antecesor. Morirás solo. Pero no es tan grave. Mira el lado bueno: sólo debes actuar con recato por unos cuantos meses y después, cuando nadie espere nada de ti, podrás dedicarte a descansar.

No eres de confianza, pronto lo demostrarás.

Seguro traes contigo alguna catástrofe natural. O un clima de mierda. O, quién sabe, quizá la muerte del ser más amado por alguien. O la falta de soluciones a los problemas de siempre. Y si de verdad quieres trascender, quizá contigo nace una nueva guerra.

Tranquilo. Todo tendrá su recompensa. Al final podrás reírte de todos los que creyeron en ti y te colgaron objetivos que jamás habrías podido cumplir. Te reirás de los kilos extra de quienes quisieron bajar de peso, de las muertes de quienes buscaron vivir más y del odio que todos te tendrán por haber sido un culero. Y lo mejor: disfrutarás cuando veas a todos sintiéndose tan solos como tú.

Feliz vida, 2015.