“Se vale soñar”

Pienso que existe un problema grave en el mundo y en nuestra sociedad. Problema que es el principio de toda la decadencia que pueden tener las personas. Decadencia que existe porque nadie se empeña en demostrar lo contrario. Demostrar lo contrario es difícil, porque la flojera está cabrona. Y la flojera está cabrona porque… pues es una enfermedad.

Retomando, úlltimamente he pensado que la mayoría de los problemas acerca de por qué la gente no es feliz dependen de una sencilla razón: no están convencidos de lo que realmente quieren.

Ahí tienen al tipo que cuenta “su sueño” mil veces; sueño que suena de lo más pendejo para el que escucha, pero que significa todo para el que lo cuenta. Es aquí donde entra el problema grave, porque uno le dice al otro (palabras más, palabras menos) el clásico: Sí, se vale soñar. Mientras que el otro imbécil sonríe con el orgullo rasguñado y termina convencido a la décima vez de que lo que se propone es imposible.

Es por eso que hoy, en mi siempre útil función como observador ocioso de la humanidad (y como el próximo Og Mandino), les traigo el mejor consejo para que sus sueños no terminen en un retrete:

Seamos realistas… dejemos todo para mañana.

Confío en que entendierán lo que quise decir. También recuerde, querido lector, que soñar despierto es lo de hoy: uno no ronca y siempre recuerda todo.

P.D.: Hemos terminado el ridículo la campaña, este blog vuelve a su programación habitual. MUCHAS GRACIAS  a todos los que apoyaron. Los quiero… soñando despiertos y siendo realistas.