Se vende

Últimamente amanezco con ganas de vender mi alma. Nomás por
curiosidad. Quisiera saber si pediría lo que siempre he deseado o si la
emoción del momento me haría pensar en otras opciones.

Y es que en el fondo soy más pendejo de lo que me siento. Todos lo son,
supongo; sin embargo, la intriga queda.

(Dejando de ser incrédulos por un momento:)

Me
pregunto cómo sería andar por ahí sin algo que nunca sentiste, pero que
sabes que no tienes. Ese algo a lo que todos le asignan un color para
dividir a las buenas de las malas personas. Esa misma cosa que viaja al
cielo o al infierno según tus acciones en la vida.

Supongo que algo similar sienten los huérfanos a lo largo de sus vidas.

También
me pregunto si la facilidad que concede una transacción aparentemente
fácil, le quitaría el sabor a lo obtenido en ella. ¿Me importaría? No lo
sé, pero quisiera averiguarlo.

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Dudas como las anteriores, y otras mucho más pendejas, invaden mi mente la mayoría del tiempo. Sería genial si me gustaran las respuestas simples, pero ya no me las alcanzo a responder, por eso mismo solicito su ayuda:

¿Saben ‘de a cómo‘ está el tipo de cambio alma-bienes?

Gracias.

P.D.: ¿Ustedes venderían su alma? ¿A cambio de qué? Los quiero… en el infierno.