Si el dueño no sabe, el esclavo menos…

Hoy escuché a mis papás preguntarle de nuevo a mi hermano: “¿Qué piensas hacer de tu vida?”. Él no respondió, sólo se sacó un moco y se lo embarró en el ombligo… cuando sea grande quiero ser como él.

Ésa pregunta mis papás la han hecho miles de veces y nunca la he entendido… ¿Por qué preguntan qué es lo que uno quiere hacer con la vida si la vida ya está hecha?

Por eso mismo, hoy —antes de que llegue la fecha en que me lo puedan preguntar a mí— he decidido ahogarme en mi plato de cereal.  Planeo morirme por entre dos y cinco minutos y como estoy seguro de que mis papás me revivirán: Ellos habrán entonces de recordar que fueron quienes me dieron la vida y que si ellos, que son los creadores de ésta, no saben qué haré… pues mucho menos yo.

Por ahora, me largo a jugar con mi balero, ya que mi trompo se ha ‘descomponido’.

Atentamente
Totó

P.D.: Sí, Totó tiene cinco años… me dictó este texto. Los quiero… olvidando este post.