Sin palabras…

 Advertencia: Si usted no ha notado que este blog se actualiza con menos frecuencia que antes, favor de no leer esto. Este post ha sido creado con la única intención de aclarar las dudas de las personas que las tienen.

Siempre me he dicho que nunca pediré una disculpa por abandonar mi querido blog… y hoy no será ese día. Me dan ñiañiaras sólo de pensar que algún día podría terminar disculpándome con mi blogcito bonito. Sin embargo -debido a los pocos posts que hubo este mes-, me parece oportuno hacerles saber que éste no es, ni será, un blog abandonado.

No diré que he estado ocupadísimo y que me he dedicado a vivir la vida intensamente, porque la verdad es que sigo siendo el mismo parásito de siempre. Tampoco diré que estoy atravesando por una etapa crucial en mi vida y blahblah… Mi tiempo libre no se ha visto afectado en absoluto. Y aún cuando he estado “ocupadísimo” me ha sobrado tiempo para escribir algo en el blog.

Lo que me pasa es simple: no tengo nada qué decir. He querido postear sobre varias cosas, pero nomás no quedan como yo quiero que queden y mejor decido no postear nada.

Sí, tengo varios chistes y tips con los que podría llenar el blog, pero me niego a hacerlo. La razón es simple: en algún momento también me prometí que si no tengo nada interesante (al menos para mí) que decir, simplemente no diré nada… Cuando posteo alguna pendejada, es porque de verdad siento ganas de postear esa pendejada (como en el caso de este post); nunca es “por el compromiso de postear y no perder visitas”.

Y aunque este post parezca una disculpa, CRÉANME, no lo es. Sólo fue escrito con la intención de aceptar públicamente que ando más pendejo que de costumbre.

También me gustaría aclarar que no es que yo sea un mamón (bueno, sí, pero no); es sólo que para mí esto de bloggear es un “desmadre organizado”. O sea, este blog conservará su poca dignidad mientras se pueda.

En resumen, estoy con mi tren.

P.D.: Hoy noy hay posdata. Los quiero… nosénicómo.