Recuerdos a futuro
Advertencia: Putipost Terapéutico.
(Sí, otro.)
Pienso que los recuerdos que más duelen son aquéllos que no existen y que no sucedieron. Ésos que comienzan con un “hubiera” y terminan con un “qué lástima”… Mismos que terminan convertidos en rompecabezas sin solución satisfactoria.
También creo que existen los “recuerdos a futuro”: cosas que uno se ha propuesto y que nomás no ha terminado de cumplir (podría parecer que hablo de lo mismo que en el primer párrafo, pero no; nomás es cosa de que se concentren un poco y que ignoren mi estupidez con el uso de las palabras). De éstos últimos estuvo lleno mi año.
Mi 2009 fue un año lleno de poco avance y de mucha güeva. Me sentiría mal, pero la verdad es que las pocas cosas relevantes que hice/me pasaron fueron bastante satisfactorias para mí: hubo limpieza de personas inservibles y de sentimientos poco útiles. Además de que por fin me animé a tomar una decisión harto importante para el próximo año y deseché todos esos recuerdos que no tenían razón de ser.
Haría un recuento de los daños, pero la verdad es que no hay mucho que contar: sigo prometiendo a lo pendejo y este año pienso atragantarme con las uvas del mismo modo que el año anterior… Es decir, pasándome por mi hombría los doce deseos/propósitos de año nuevo; mismos que nunca sobreviven por más de un mes.
No sé cómo pinte mi próximo año; pero sé que, “olvidando los recuerdos a futuro”, me quedará una pinche obra maestra.
En fin, querido lector, usted disculpe el existencialismo barato de este post. Feliz atragante de uvas.
P.D.: No se olviden de seguir votando; no ando haciendo el ridículo nomás de a gratis. Los quiero… tragando uvas.