Despido injustificado
Advertencia: Post Terapéutico. Estimado lector, ya sabe usted qué hacer en estos casos.
Me acuso de no saber despedirme de la gente…
Desde que recuerdo, las personas en mi vida van y vienen; pocas son las que he se han logrado mantener a mi lado por más de un año (sin contar a la familia). Como sea, más que con amigos, me pasa con las mujeres… La razón es simple: autosabotaje.
La única explicación que encuentro para mi autosabotaje es el hecho de que tal vez a mi vida no le funciona el esfínter y por eso termino cagándola a la menor provocación. Para que entiendan más o menos a lo que me refiero, citaré un post anterior:
Más de una vez me he emocionado pensando que he encontrado a la mujer ideal, para después [Inserte
alguna de las siguientes opciones: a)autosabotearme; b)detectar
intencionalmente algún mínimo defecto que rompa con la ilusión; c)darme
cuenta que la puta no es princesa; d)sentirme estúpido y alejarme sin
decir nada; e)todas las anteriores] y entonces decir “no me rifo”.
El punto es que cuando digo “no me rifo”, es “NO-ME-RIFO”; y —si la mujer me llegó a interesar “bien”— me voy sin decir más: No sé decir adiós, no me gusta decir adiós, no sé cómo enfrentarme con el adiós.
Y es que prefiero que digan “pincheputobastardodemierda” a que cuando llegue la despedida me traten de convencer de lo contrario o, peor aún, sea yo quien termine arrepintiéndose (sí, me quiero demasiado… pero modestamente, ‘jijiji‘).
Por lo anterior es que siempre se me ha hecho más fácil mandar todo
a la chingada, que el tener que lidiar con el contrato social que
implica “terminar bien” con alguien. Escúpame, querido lector.
a la chingada, que el tener que lidiar con el contrato social que
implica “terminar bien” con alguien. Escúpame, querido lector.
Es por eso que hoy, en un afán por enfrentar mi pésimo comportamiento social, he decidido crear un formato listo para ser reenviado a toda aquella persona de la que tarde o temprano me tendré que despedir… Total, siempre la cago casi de la misma manera. Se aceptan sugerencias.
P.D.: “Puto el que me diga joto (o me lo dé a entender —sin albur—)”. Los quiero… dando sugerencias.