Nudillos inmóviles
Cuando era niño me rompí los nudillos de la mano derecha golpeando una pared durante un berrinche que mis padres calificaron como interminable. Días más tarde, harto de estar enyesado y sintiendo comezón todo el tiempo, decidí espontáneamente quitarme el yeso con un cuchillo. Fracasé y terminé cortándome un tendón, lo que me dejó una […]