Dolor de moco…
Mi depresión post-golpes y los moretones que apenas desaparecieron, me permiten apenas escribir esto que ocurrió hace 13 días.
En una fiesta arrabalera:
PRIMER ACTO: 1 whiskey, 2 whiskeys… 6 whiskeys… perdí la cuenta… Se acabó el whiskey… 1 vodka, 2 vodkas, 3… perdí la cuenta… ¿cómo que ya no hay nada pa’ tomar? Vamos por otro vodka barato y grandote. De éste último ya no sé cuantos fueron, igual uno, igual ninguno.
SEGUNDO ACTO: Platico sobre jodorowsky, sobre el cine, cuestiono la existencia de Chuy y su apá, sobre el gobierno, sobre filosofía barata, sobre cosas que suelo repetir una y otra vez cuando estoy ebrio y que Cantinflas explicaría mejor.
TERCER ACTO: Hay pleito afuera del baño, no sé por qué (bueno si sé) pero me acerco. Me reciben con un chingadazo en la nariz, me dispongo a pelear, me sacan de la casa… Regreso: Me reciben con otro chingadazo en la nariz, me dispongo a soltar un chingadazo, me sacan de la casa… Regreso: Me reciben con un tercer chingadazo que hace que mi nariz sangre, me sacan de la casa… Regreso con la nariz sangrando y antes de que me dieran otro nomás digo “Olé!” y me le aviento a los madrazos, después de repartir a gusto, adivinen qué? Ora sí no me sacaron, me llevaron a lavar la cara.
CUARTO ACTO: Según fuentes fidedignas me volví a meter a golpear en la sala y cuando me sacó el que estaba calmando las cosas (habitante de la casa), vino el acto final.
ACTO FINAL: Un “chinguenasumadretodos!” y una piedra contra el ventanal de la casa, provocan la furia de la persona encargada de calmar el pleito que se había armado (el del acto anterior) y como consecuencia… ¿A quién creen que le pusieron la putiza de su vida? Sí, a mí.
Ahí ustedes pónganle el título a la obra. Al día siguiente de lo anterior amanezco con 2 ojos morados, una nariz hinchada y el orgullo bajo cero. Hoy a 13 días la nariz la siento medio rara, no me puedo sacar los mocos porque me duele un poco, la sagacidad de la mente me hace pensar que TAL VEZ sí me la chingaron de más.
En fin, no se peleyen y sean buena copa.
P.D.: Traía una peda peor que la de Pedro Infante en “El Gavilán Pollero”, así que puedo asegurar que lo anterior pasó aunque con palabras más, palabras menos.