Estrellas estúpidas

Hoy recordé una conversación entre féminas que escuché hace un par de meses. Se encontraban después de algún tiempo de no haberse visto. Después del saludo y el protocolo estúpido, sucedió algo como lo siguiente:
—Te noto muy delgada, qué bonita te ves.
—Gracias; sí, bajé mucho de peso.
—¿Por qué? ¿Estás haciendo ejercicio? ¿Alguna dieta? Deberías pasármela porque blablablablablah… (me desconecté).
—No. Es que me dejó mi novio.
En ese momento entendí que la verga engorda y da felicidad.
Por supuesto que no pude evitar seguir escuchando. La mujer que había notado la pérdida de peso le dijo a la Ahora-flaca-con-ojos-llorosos que no estuviera triste, que el tipo que la dejó no sabía de lo que se había perdido. No sirvió. La mujer rompió en llanto mientras yo intentaba no reír. Y contener la risa fue una sabia decisión, ya que momentos después se solicitó mi opinión con algo así como “¿O tú qué piensas?”. Me dieron muchas ganas de contestar algo del tipo “Pienso que tu amiga está bien pendeja”, pero no lo hice; me limité a decir

Hay más culos que estrellas.

La mujer que había notado la pérdida de peso sonrió y se limitó a decirle a la chillona: “¿Ves? ¿Qué eres?”. A lo que la chillona respondió “Estrella”.
Rompí en llanto. No habían entendido nada. Qué cruel es el mundo, morirán solas.