Feminus maquiavelus…

NOTA: Post no tan largo (como acostumbro), pero sí terapéutico.

Mario Benedetti – Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.

O sea,
resumiendo,
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Más de una vez he escuchado o leído “Viceversa” a modo de autobiografía. Autobiografía de la que no me enorgullezco, pero de la que tampoco me avergüenzo. Más de una vez me he emocionado pensando que he encontrado a la mujer ideal, para después [Inserte alguna de las siguientes opciones: a)autosabotearme; b)detectar intencionalmente algún mínimo defecto que rompa con la ilusión; c)darme cuenta que la puta no es princesa; d)sentirme estúpido y alejarme sin decir nada; e)todas las anteriores] y entonces decir “no me rifo”.

Hoy escuchando de nuevo a Benedetti con su “Viceversa”, me dí cuenta que tal vez lo que siempre hago es mandarme a la chingada antes de que me manden (o mejor dicho, recordé el comentario de cierto hijodelachingada)… ¿La razón? Miedo… Es simple, después de haber analizado un poco mi currículum nalguitae, me he dado cuenta de que todas las viejas con las que he tenido un tipo de noviazgo —limitándonos a las que realmente me han gustado— son bastante diferentes entre sí, PERO todas tienen la misma cosa en común. Es decir, queridos lectores y lectoras,  que tal vez por cuestiones de baja autoestima y poca moral, sigo un patrón: Todas han sido, muy a su manera, unas reverendas hijasdelachingada. No necesariamente conmigo (todo el tiempo), sino en su forma de ser y actuar en “sociedad”.

Por lo anterior es que hoy he decidido aceptar públicamente que me gustan las viejas del tipo feminus maquiavelus.

Pero… ¿Qué es una feminus maquiavelus?
Es un ser perteneciente a esa singular especie de mujeres que aceptan abiertamente su condición de hijasdelachingada. A grandes rasgos: seres que destilan sexo y lo usan para su propio placer y bienestar; viejas inteligentes y por lo tanto independientes; mujeres con aspiraciones (de verdad, no mamadas); especímenes con principios que les prohiben mostrar interes por algo ajeno a sí mismas, egoístas; son cautelosas, capaces de querer, pero incapaces de apendejarse por más amor que sientan; d’esas que se saben sabrosas y te lo restregan en la cara. Y lo mejor: La mayoría de las veces actúan inconscientemente, por inercia y puro instinto… En resumen, y entre muchas otras cosas más:

Son aquellas capaces de tragarte sin masticar, digerirte y después cagarte sin voltear a mirarte por última vez.

Retomando —aunque he soñado con encontrar una mujer que sea capaz de quererme y respetarme todos los días de mi vida para llevar a cabo un romance peliculezco en donde ella y yo seamos uno mismo, recordándonos a diario lo fuerte que es nuestro amor bajo los preceptos de esta definición—, mi baja autoestima no me permite estar con alguien que se atreva a darme su corazón sin hesitar y mucho menos, sin haber tomado las precauciones pertinentes.

En fin, ya para terminar y confiando en mi memoria, como decía Groucho Marx:

Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.

O sea… estoy jodido y radiante.

P.D.: ¿Se dieron cuenta que puse nota y no advertencia? ¿Ya vieron que como digo una cosa, digo otra?… ¿Notan mi patetismo no tiene límites? Yo tampoco. Los quiero… más lejos.