Yo no olvido al año viejo…
Fin de año, tiempo de reflexión sobre lo pasado y de analizar lo que querremos pa’l futuro.
Pero bueno, resumiendo muuuucho, ignorando infidad de pendejadas y tratando de respetar la cronología… he aquí el recuento de los daños:
Seguí siendo alcohólico. Pasé a ser desempleado. Prometí ser más responsable y menos güevón. Entré a la universidad. Estuve enamorado. Fui irresponsable y güevón. Cobré mis utilidades. Fui neurótico-paranóico-esquizofrénico. Me mandaron al carajo. Me deprimí por desamor. Conocí a otra. Seguí tomando. Seguía deprimido por la primera. Salí de vacaciones. Dejé de creer en Dios (lo plasmé después). Prometí nuevamente ser más responsable y nada güevón. Comencé a estudiar. Seguía tomando. Me drogué. Fui un poquito responsable. Empecé a andar con la segunda. Me empecé a enamorar. Retomé mi blog. Alimenté mi ego abandonando por momentos mi autoestima (contradictorio, lo sé). Divagué. Traté de buscar trabajo. Fui irresponsable y güevón. Seguí tomando. Me cansé de buscar a medias y mejor ya no busqué. Volví a tomar. Me pusieron la putiza de mi vida. Juré no volver a tomar. Me enamoré de nuevo. Nopuedodejardetomar. Fui neurótico-paranóico-esquizofrénico. No pasó nada. Me drogué. Fin de año sin dinero. Conocí a otra. Seguía con la segunda. Me confundí. Pude controlarme por primera vez, alcohólicamente hablando. Descubrí que soy igual que woody allen para manejar. Navidad sin regalos. Decidí dejar de tomar. Sigo con la segunda, gustándome la tercera. Escúpome. Entendí que no me he enamorado, nomás me caliento de más. Me volví más cerdo. Aprendí que prometer no empobrece. Busqué empleo. Espero respuesta del empleo. Trataré de no tomar hoy. Escribí mi último post del año. Besos.
En fin, felices fiestas. Un abrazo.