Siempre es tarde
A estas alturas ya no es novedad confesar que nunca he sido bueno en asuntos del querer. Aún así, sigo sorprendiéndome cada vez que vuelvo a comprobar lo poco apto que resulto para las relaciones, y lo peor es que no me preocupa tanto como se supone que debería (según la gente que me rodea). […]